La Central Obrera Boliviana (COB) declaró este martes vigilia permanente en la plaza Murillo, como medida de presión para que la Asamblea Legislativa trate proyectos de ley estancados en esa instancia.
“Nos declaramos en reunión permanente para organizarnos y hacer un cronograma de vigilia permanente acá en plaza Murillo”, dijo el ejecutivo Juan Carlos Huarachi.
La COB y dirigentes “arcistas” pidieron la aprobación de créditos internacionales que están paralizados en el parlamento, pero también leyes sociales como de la reforma a la ley de pensiones, rechazada por médicos y maestros por establecer la “jubilación forzosa” a los 65 años.
“Nuestra demanda social nacional es de que la Asamblea Legislativa empiece a sesionar empiece a tratar los proyectos de ley que están estancados”, resaltó Huarachi.
Incluso mencionó a parlamentarios del sector trabajador como Miguel Pérez, Freddy Mamani, Hermo Pérez, Hernán Durán e Israel Huaytari, para que respondan a los obreros y traten los proyectos de ley.
Antes de la movilización, ya estaban instalados baños y tanque de agua potable en la plaza. Los opositores denunciaron que el Gobierno ya había alistado los servicios para que sus afines se instalen y cerquen el Legislativo.
El líder de la COB anunció también un ampliado para el miércoles, con el objetivo de tomar nuevas decisiones y acciones.
Sobre la situación económica, Huarachi dijo que se necesita de buenos empresarios que traigan los dólares a Bolivia en lugar de dejarlos en el exterior. En ese marco, recalcó su propuesta del control de divisas.
También llamó a no tener miedo a discutir el tema de la subvención tanto de los dólares, como del pan de batalla.
Asimismo, manifestó que la prioridad ahora es atender la quema ilegal en el oriente del país. Dijo que la plata que está “durmiendo” en la Asamblea “hubiera servido para esto y otras cosas”.
La movilización de la COB llegó a la plaza Murillo sin que la Policía intente evitarlo, como usualmente ocurre con otras marchas. Hubo hechos de agresión entre militantes «arcistas» y «evistas» en el ingreso al antiguo edificio de la Asamblea.