La cantidad de focos de calor que se originan en territorios indígenas es reducida en comparación al fuego que se origina en propiedades privadas y tierras fiscales que se queman en el país. En todo el año (enero-2 de septiembre) se registraron 65.525 focos de calor en territorios indígenas, mientras que solo en la última semana hubo 151.531 focos de calor en todo el territorio nacional. Incluso así, los focos de calor tuvieron un incremento extraordinario respecto del año pasado.
De acuerdo al Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS), el dato representa un incremento inusitado en relación con la gestión 2023 si se compara el periodo enero-agosto cuando se registraron 6.046 eventos frente a los 58.010 focos de calor del mismo periodo de este 2024 en territorios indígenas.
La cifra es 9,5 veces más de un año al otro. El punto es que el año pasado el mes de septiembre casi igualó en cantidad de focos de calor todo el acumulado de enero a agosto. La presencia de fuego cerca de las propiedades colectivas y en su interior se constituye en una de las principales amenazas para el ejercicio de los derechos de las comunidades.
Septiembre con más focos de calor
Para hacer una comparación más cercana en tiempo, el Centro de Planificación Territorial Autonómica (CPTA-CEJIS) observó 7.525 focos de calor en territorios indígenas en los dos primeros días de septiembre.
Por su parte, Sistema de Monitoreo de Alerta Temprana de Riesgos de Incendios Forestales (Satrifo) registró 56.904 en las últimas 24 horas en todo el país. Los datos muestran que la mayor parte de los fuegos no tienen su origen en territorios de pueblos indígenas, e incluso los que se registran en esas áreas podrían haber sido causados por sus vecinos en propiedades privadas o en tierras fiscales que se encuentran siendo habilitadas para demostrar la posesión por parte de comunidades campesinas e interculturales.
El reporte del CPTA-CEJIS se concentra en seis regiones del país: Chiquitanía, Amazonía norte y sur, Chaco, Norte de La Paz y Trópico de Cochabamba. Además, abarca a 45 territorios indígenas titulados de tierras bajas del país, precisamente donde se desarrollan los incendios.
Aunque se registran focos de calor desde enero, la incidencia de estos eventos es mayor desde junio de este año, pero en agosto adquiere dimensiones preocupantes esto a consecuencia de la sequía persistente en las regiones producto del cambio climático y de los altos índices de deforestación. La Chiquitanía arde La región más afectada por los incendios es la Chiquitanía, con 58.452 focos de calor acumulados de enero a septiembre solo en territorios indígenas. Entre ellos los territorios de Pantanal (41.437) y Monte Verde (8.666) son los que registran más casos. Precisamente, en el Territorio de Monte Verde, entre los municipios de San Javier y Concepción, se ha reportado la evacuación de comunidades y el desplazamiento de sus habitantes hacia los centros urbanos para huir del fuego, el humo y la falta de agua.
Los territorios de la Amazonía sur registran 4.209 focos de calor, la Amazonía norte tiene 1.730. En gran medida estos hechos se originan en el cambio de la política de uso de suelo que permite el cambio en el uso forestal a un uso de producción agroextensiva permanente, lo cual posibilita la quema de pasos y la deforestación de áreas de producción forestal permanente. En el Chaco se cuentan 870 focos de calor, en el Norte de La Paz el registro es de 186 y en el Trópico de Cochabamba alcanzan a 88 eventos en el lapso de enero a septiembre de este año.
En la propia Chiquitanía, los focos de calor no se identifican en todos los territorios de manera uniforme. Mientras el Pantanal tiene alta incidencia de fuegos, los territorios del pueblo ayoreo casi no registran eventos que pudieran ser identificados por el satélite. Los territorios de Zapocó, Santa Teresita y Tobité II, donde está el pueblo ayoreo, registran en todo lo que va del año los siguientes datos: 964, 2 y 3 focos de calor, respectivamente.
El Pantanal
Entre los 45 territorios indígenas monitoreados, el Pantanal es el más afectado de lejos. Los territorios con más de 500 focos de calor en el año son diez, los siguientes: Pantanal con 41.437 focos de calor, Monte Verde con 8.666, Guarayo con 6.842, Zapocó con 964. En la región del Chaco, el territorio guaraní del Isoso concentra 761 focos de calor. En el departamento del Beni, los territorios de la Amazonía Sur: Cayubaba con 1.931, Itonama con 945, Joaniquiniano con 599, son los más afectados; entre tanto, en la Amazonía Norte, el territorio Cabineño concentró con 656 focos de calor, así como el Chácobo Pacahuara con 782.