Los incendios forestales en Bolivia afectan a 53 comunidades de 18 municipios de los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando, y dos expertos alertaron de daños irreversibles en la biodiversidad.
El viceministro de Defensa, Juan Carlos Calvimontes, confirmó que Santa Cruz es el departamento más afectado por el fuego; se registran incendios en 12 municipios; Concepción, Urubichá, San Ignacio, San Rafael, San José, San Miguel, San Matías, Puerto Quijarro, Roboré, Ascensión de Guarayos, San Javier y El Puente.
Pando registra un incendio en el municipio de Filadelfia y en el caso de Beni son seis municipios afectados: Guayaramerín, Puerto Siles, Baures, San Joaquín, Magdalena y Huacaraje.
El Sistema de Alerta Temprana de Incendios Forestales (Satif) registró ayer 46 incendios forestales en todo el departamento cruceño, 36 en observación y 10 en plena tarea de combate, informó el coordinador de Emergencias de Gestión de Riesgo de la Gobernación de Santa Cruz, Dionisio Castro.
Se suma el problema de la humareda; en el municipio beniano de Riberalta, por ejemplo, determinaron suspender las clases presenciales por el humo y en Cobija aconsejaron el uso de barbijos.
Sobre el tema, el director del Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) de Pando, Ernesto Roca, informó que la calidad del aire es mala debido a que el departamento está rodeado de zonas donde se registran grandes incendios. “El humo llega de Rondonia, Acre, Mato Grosso, en Brasil; de Madre de Dios, en Perú, y de Beni y Santa Cruz”, precisó.
Daño irreversible
El biólogo e investigador Vincent Vos lamentó que por año se quema un promedio de 4 millones de hectáreas de bosque. Alertó que la situación podría agravarse porque aún queda un mes más sin lluvia para que se aplaque el fuego.
Explicó que el efecto directo de los incendios es la pérdida de unos 600 árboles por hectárea quemada, además de toda la biodiversidad. “En los bosques hay arboles donde hay orquídeas, helechos y fauna incontable; por lo tanto, se tarda años en la recuperación de los nichos de la biodiversidad y otras no logran recuperarse”, sostuvo.
Otra de las consecuencias es la compactación del suelo por los siniestros que se repiten, situación que reduce la disponibilidad del agua hasta en 70 por ciento, “como sucedió en la Chiquitanía en 2019”.
Daño a la salud por la contaminación
En Santa Cruz, la comisión de salud atendió a 3.762 pacientes con cuadros de afectación como gastrointestinales por contaminación de agua, problemas oftalmológicos y afecciones en la garganta por el humo.
Hay 405 brigadistas que se encuentran movilizados intentando aplacar el fuego en 12 municipios donde se encuentran los eventos adversos.
En el departamento de instalará hoy una sala técnica para definir medidas antes los efectos del humo.