A febrero de 2024, Bolivia se situó en el puesto 13 dentro del ranking de países de la región que lograron captar fondos climáticos para la adaptación y la resiliciencia. La coordinadora de Justicia Climática, Transiciones y Amazonía de la Red Latinoamericana por la Justicia Económica y Social (Latindadd), Carola Mejía observó varias debilidades institucionales y técnicas del Gobierno para plantear sus proyectos y solicitudes y avizora varios desafíos.
“Brasil es el principal país que se beneficia y que se está llevando la mayor parte de estos recursos destinados a América Latina, después está México, Costa Rica, Colombia, Chile, Argentina, Ecuador, Honduras, y Bolivia se encuentra en el puesto 13, está muy abajo en el ranking de países, que responde a temas de capacidades, del conocimiento de los fondos y cómo acceder (a esos fondos) y de la calidad de los proyectos”, señaló.
Durante el V Taller virtual Periodismo, crisis climática, pérdidas y daños, la especialista afirmó que es necesario mejorar las capacidades país a nivel institucional, conocer las opciones disponibles ya sea como créditos o donaciones, atender los formatos que no son fáciles y apuntar a los objetivos clave de los financiadores.
“Hay que demostrar impacto, falta mucha capacidad técnica de proyectos financiales y hay que mejorar las capacidades técnicas, se necesita una priorización, muchos procesos son en inglés (…). Hay poca capacidad de endeudamiento, no podemos acceder a varios préstamos entonces hay que ver las opciones de donación”, sugirió.
Mejía dijo que es necesario transversalizar el tema del cambio climático en las políticas públicas y privadas, ya que afecta al sector energético, agrícola, económico y otros sectores.
Advirtió de una relación muy directa entre economía y cambio climático, pues los modelos actuales basados en el crecimiento desmedido basado en el extractivismo y la depredación de bosques y la naturaleza con alta dependencia a los combustibles fósiles, ha permitido que en nombre del crecimiento económico haya aumentado la desigualdad en la población y acelerado la crisis climática.
“Se necesita que haya una estrategia de financiamiento climático que nos dé más claridad, de cuánto costaría y garantizar más transparencia para dar más confianza de cuánto se recibe, cómo se usa (…). Bolivia tiene oportunidades para mejorar mucho, hay que mejorar la coordinación a nivel horizontal entre ministerios y entre los diferentes niveles (central y subnacional)”, dijo.
La experta en proyectos ambientales, financiamiento climático y desarrollo sostenible en Bolivia y América Latina recomendó una transición energética rápida que mantenga las necesidades de consumo interno, así como la ejecución de proyectos con perspectivas de género.
Mencionó que en este contexto, Bolivia captó 132 millones de dólares para la ejecución de diferentes proyectos, destinados sobre todo para adaptación al cambio climático, donde el más grande es del Fondo Verde del Clima que llega a $us 33.3 millones que tiene componentes de fortalecimiento de capacidades, y que están yendo a mejorar a entidades acreditadas.
“El financiamiento climático es el dinero que se usa para la mitigación y adaptación, busca reducir emisiones y fortalecer los sumideros de gases de efecto invernaderos”, dijo.
A pesar de los recursos que los países desarrollados están destinando para la adaptación y mitigación del cambio climático, señaló que estos son insuficientes, considerando que son los mayores responsables por la crisis climática que se atraviesa en el planeta.
“Los países del Norte son los principales deudores de la crisis climática y dan más dinero y los países que reciben, entre los que se encuentra Bolivia, pueden hacerlo a través de organismos bilaterales”, explicó.
Los fondos climáticos se canalizan a través de organismos bilaterales o multilaterales que son parte de los mecanismos sean parte de la Convención de Naciones Unidas que ha impulsado los mercados de carbono.
Citó entre los más importantes el Fondo Verde para el Clima, el Fondo para la Adaptación y el Fondo para el Medioambiente Global, así como las agencias vinculadas a las Naciones Unidas y los bancos multilaterales para el desarrollo. Brasil cuenta con el Fondo Amazonía que capta recursos de privados y públicos.
El taller destinado a periodistas fue organizado por la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático y la Fundación para el Periodismo con el apoyo de varias instituciones.