El IBCE ha señalado que el país enfrenta múltiples desafíos económicos graves. En el informe de fin de gestión del año 2023 destacan un aumento sostenido de la inflación, una devaluación del boliviano, un incremento en la deuda pública interna y externa, y una notable disminución de las Reservas Internacionales Netas. Además, la tasa de desocupación ha bajado, pero el desempleo sigue siendo preocupante, con un déficit fiscal que persiste por más de 10 años consecutivos. La balanza comercial muestra un déficit que supera los 400 millones de dólares, y las exportaciones cayeron en 1.118 millones de dólares en 2023, afectando severamente la economía nacional, según el IBCE.
Medidas Propuestas
Para abordar estos problemas, Alan Camhi Rozeman, presidente del IBCE, ha delineado un plan de 12 medidas estratégicas:
1. Reducción del déficit fiscal: Ajuste del gasto público e implementación de un régimen de disciplina fiscal.
2. Sinceramiento del tipo de cambio: Reconocer la devaluación efectiva del boliviano.
3. Eficiencia en la inversión pública: Evaluar la rentabilidad de las empresas estatales.
4. Reducción del déficit en Cuenta Corriente: Fomentar la exportación y la sustitución competitiva de importaciones.
5. Transición energética: Promover el uso de hidrocarburos y biocombustibles.
6. Liberación de la importación de combustibles: Permitir la libre venta de combustibles eliminando trabas tributarias.
7. Disminución de la tramitología: Simplificar los procedimientos burocráticos.
8. Eliminación del endeudamiento interno: Reducir la dependencia de financiamiento externo.
9. Limitación del control de precios: Aprobar una Ley de Libre Mercado.
10. Mejora de la infraestructura pública: Invertir en el desarrollo de infraestructura.
11. Coordinación interinstitucional: Promover un acuerdo público-privado para el desarrollo económico.
12. Estabilidad del sistema financiero: Fomentar la liquidez y reducir la mora en el sistema financiero.
El IBCE subraya que la implementación de estas medidas es vital para evitar una crisis económica que podría tener efectos devastadores para Bolivia, especialmente en el año del Bicentenario. Según Camhi, la falta de acción inmediata podría resultar en una crisis de confianza en el mercado y un deterioro de la estabilidad macroeconómica del país.
Según el comunicado, estas propuestas buscan no solo estabilizar la economía, sino también mejorar la competitividad empresarial, generar empleo, y asegurar ingresos para las familias bolivianas. La implementación efectiva de estas medidas podría colocar a Bolivia en una mejor posición para enfrentar los retos económicos futuros y celebrar el Bicentenario con una economía más fuerte y resiliente.
