El papa Francisco ha reiterado varias veces su deseo de viajar a Argentina, en un viaje a la región en el que también llegaría a Uruguay. En enero, en la televisión italiana, declaró que le gustaría visitar el continente en la segunda mitad del año, pero a esta altura esto parece improbable. Lo que sí sucederá en este tramo del año es que Francisco confirmará si viajará o no a la región.
Así se lo indicó al arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla. El Santo Padre le indicó al sacerdote uruguayo que en pocas semanas evaluará la posibilidad de una visita a Argentina y Uruguay, informó El País. En agosto del año pasado, Francisco había expresado su deseo de visitar Uruguay a fines de 2024.
Sturla se reunió con Francisco en Roma el 27 de junio. En esa instancia, el papa le señaló al cardenal uruguayo nombrado por él que realizará el viaje más largo de su pontificado en septiembre. El papa recorrerá Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur. Al regreso, decidirá si visitará Argentina y Uruguay.
El Papa Francisco dirige el rezo del Ángelus, la tradicional oración del domingo, desde la ventana de su despacho con vistas a la Plaza de San Pedro, Ciudad del Vaticano, 4 de agosto de 2024. (EFE/EPA/Angelo Carconi)
La Iglesia Católica uruguaya hace gestiones para que un papa regrese al país, después de la doble visita de Juan Pablo II en 1987 y 1988. Sturla había estado en el Vaticano en mayo y le entregó una carta de los obispos del país reiterándole la invitación.
La voluntad también se ha expresado a nivel político. El gobierno de Luis Lacalle Pou pretende que se concrete la visita del líder de la Iglesia Católica. En octubre, el entonces canciller Francisco Bustillo viajó al Vaticano para entregar formalmente la invitación del mandatario uruguayo.
Originalmente, Francisco tenía la intención de viajar a la región en diciembre de 2017. En sus planes estaba visitar Chile y después Argentina y Uruguay, como reconoció en una entrevista con Infobae.Pero la realidad política cambió sus planes.
“¿Qué sucedió? Que [Michelle] Bachelet terminaba su gobierno y las elecciones eran precisamente por esa época. Entonces tuvimos que pasar Chile a diciembre y ya ir en enero a Argentina y a Uruguay. En enero no encontrás ni al gato, ¿viste? Entonces se cambió el programa y se hizo Chile y Perú. Y quedaron Argentina y Uruguay para después. Y ese después es lo que estamos esperando [de] la coyuntura. No hay una negación de ir. No, de ninguna manera. Estuvo planeado el viaje. Yo estoy abierto a que se dé la oportunidad”, explicó en marzo de 2023.
Francisco reconoció que su visita a la región dependería de “miles de factores”. “Primero la voluntad que yo vaya. Creo que eso está. Segundo, la coyuntura sociopolítica. A veces la visita de un Papa puede ser usada, en todos los lugares. Que no sea usada ni para un lado ni para otro”, expresó, y dejó abierta la posibilidad de ir después de las elecciones que hubo en Argentina en octubre.
En Uruguay, la Iglesia Católica atraviesa problemas económicos. Tiene contabilizadas a unas 550.000 personas que se identifican como creyentes. La gran mayoría integra los niveles educativo y socioeconómico alto o medio-alto y son mayores de edad, según una encuesta que la institución encargó en 2018.
Solo el 8% de quienes se definen como creyentes está involucrado en acciones de la iglesia, lo que explica esas dificultades económico-financieras de la institución, reconoció la institución en un informe enviado a fieles en noviembre de 2023.
Sturla, nombrado arzobispo por Francisco en 2014, le pidió a los párrocos de las distintas comunidades de la iglesia a identificar oportunidades, dificultades y amenazas que presentan la realidad del país.
En Montevideo hay 83 parroquias y alrededor de 100 entre iglesias públicas y capillas. El clero lo integran 80 sacerdotes del clero secular, 15 de la prelatura Opus Dei y 100 religiosos. A nivel terciario, hay tres institutos privados vinculados a la Iglesia –la Universidad Católica, la de Montevideo y el Instituto Universitario Mariano Soler–, además de 76 colegios católicos, de los cuales nueve se ubican en zonas de contexto socioeconómico vulnerable.