El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, llegó este miércoles a Camberra en un avión privado después de haber formalizado el pacto para su libertad ante un juez de las Islas Marianas del Norte (EE.UU.), tras pasar cinco años recluido en el Reino Unido y otros casi siete refugiado en la embajada de Ecuador en Londres.
El vuelo chárter VJT199 en el que viajaba aterrizó alrededor de las 19:40 hora local (9:40 GMT) en el aeropuerto internacional de Camberra después de unas siete horas de vuelo, tras partir de Saipan (I. Marianas del Norte) alrededor de las 12:10 del miércoles (2:10 GMT).
«Tras casi 14 años de detención arbitraria en Reino Unido, y 5 años en una prisión de máxima seguridad por su trabajo innovador, Julian Assange ha regresado a casa en Australia», subraya WikiLeaks en su cuenta de X.
Assange salió del avión poco después del aterrizaje enfundado en un traje oscuro, con camisa blanca y corbata, y con el puño en alto saludó a decenas de medios de comunicación y seguidores que lo aguardaban y vitoreaban en el aeropuerto.
El australiano fue recibido en la pista de aterrizaje por su esposa, Stella Assange, a quien besó y con quien se fundió en un abrazo, y por su padre, el arquitecto australiano John Shipton.
«Estoy muy nerviosa y emocionada de poder ver a Julian en el aeropuerto», había dicho previamente su esposa en una entrevista con el canal en Youtube de Assange Freedom Fight, el grupo de apoyo del activista australiano.
El fundador de WikiLeaks conoció a su actual esposa, que era parte de su equipo de abogados, durante su estancia en la Embajada de Ecuador en Londres (2012-2019), periodo en el que tuvieron a sus dos hijos (Gabriel en 2017 y Max en 2019).
Assange tiene previsto ofrecer una rueda de prensa en un hotel de la capital australiana a las 21:15 (11:15 GMT), después de un largo viaje desde que salió el lunes de Londres, y que le llevó a realizar una parada técnica en Bangkok el martes, antes de volar a las Islas Marianas del Norte para formalizar hoy su libertad.
Comparecencia en Islas Marianas
El activista, periodista y «hacker» australiano de 52 años compareció a primera hora del miércoles en el tribunal estadounidense de las Islas Marianas del Norte en Saipan, donde la magistrada Ramona Villagomez aceptó los términos pactados entre el Departamento de Justicia de EE.UU. y la defensa de Assange.
Conforme al acuerdo, por el que Assange se declaró hoy culpable de conspirar para obtener y divulgar documentos clasificados de EE.UU., Villagomez condenó a Assange a 62 meses de cárcel, reconociendo el tiempo ya cumplido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh (Reino Unido), por lo que quedó en libertad.
La defensa del australiano solicitó celebrar la vista en este territorio estadounidense por su proximidad con Australia y porque Assange no deseaba viajar a suelo continental de Estados Unidos.
Este episodio pone fin a una saga de 14 años que comenzó en 2010 con la mayor filtración de documentos clasificados de la historia de Estados Unidos, al revelar ataques a civiles en Irak y en Afganistán, así como el maltrato de presos en Guantánamo, entre otros asuntos.
Tras la filtración, Suecia emitió una orden de arresto por cargos de abuso sexual, que posteriormente fueron retirados. Assange se refugió en 2012 en la embajada de Ecuador en Londres, hasta que en 2019 fue arrestado por autoridades británicas, pasando los últimos cinco años en una cárcel de alta seguridad de la capital británica.