El sargento Alexander B.T. fue puesto ante un juez cautelar luego de ser denunciado por agredir físicamente a un hombre, por un supuesto acto de infidelidad, pero la Justicia determinó dejarlo en libertad bajo medidas sustitutivas teniendo solo arresto domiciliario. 

La víctima de agresión considera que no se hizo justicia en su caso y teme por su vida, pues asegura que su agresor conoce donde vive y a su familia.

«Solo pedía justicia, ahora estoy con ese temor de que en cualquier momento me vaya a pasar algo. He sido perseguido, hostigado, él conoce mi vida, mi familia y todo, por eso vivo con el temor de que me pueda hacer algo», reclamó Julio Leonardo P.Z., el taxista que fue golpeado en el rostro con un ladrillo.

La agresión se produjo el sábado por la mañana en la zona de la urbanización Cotoca, lugar donde la víctima había encontrado a la oficial Azarela J.C.F., en compañía del sargento Alexander, le reclamó por el supuesto acto de infidelidad y el uniformado molesto bajó de un vehículo y le dio una golpiza, hiriéndolo con un ladrillo.

La víctima, luego de ser valorada por un médico forense, recibió 35 días de incapacidad por las lesiones que presentaba en su rostro. Además, dijo que el vehículo que trabaja como taxi quedó con los parabrisas rotos.

El ministro de Gobierno Eduardo del Castillo, indicó que tras conocer el hecho, el policía involucrado en la agresión fue aprehendido y sería la justicia la que  determine su situación legal. «Se comunica al pueblo boliviano que, como Gobierno nacional y Policía boliviana, no se permitirá que ningún acto delictivo quede impune, venga de donde venga», advertía. 

La víctima y su defensa apelaron a la determinación del juez, y solicitarán que se apliquen otras sanciones. «No tengo dinero para hacerme cargo de los daños del vehículo y las curaciones, solo eso pedía, pero no se dio por causa de la juez», señaló la víctima.