El manejo de perfiles digitales tras el fallecimiento de usuarios se ha convertido en un desafío creciente en el panorama de las redes sociales, por ende las plataformas sociales han decidido establecer políticas claras para abordar esta situación.
El Instituto de Internet de la Universidad de Oxford proyecta que los perfiles de personas fallecidas podrían llegar a alcanzar los 4.900 millones para finales del siglo XXI.
Cada plataforma social maneja la gestión de estos perfiles de manera distinta, según el reporte de Infobae.
Desde la conversión del perfil en un memorial hasta la opción de eliminarlo por completo, las plataformas buscan respetar la voluntad del usuario y sus seres queridos.
Además, la regulación de estos perfiles y la información en línea se conoce como testamento digital, que incluye la designación de un heredero digital encargado de cumplir con las instrucciones del usuario.
En tiempos de duelo, las redes sociales ofrecen varias alternativas para honrar la memoria del difunto, el procedimiento requiere la presentación de una prueba de fallecimiento del titular de la cuenta.
Por ejemplo, en Instagram, los familiares directos verificados pueden solicitar la transformación de la cuenta en un perfil conmemorativo o su eliminación total.
Facebook también brinda opciones similares, como la gestión anticipada de la cuenta y la designación de un contacto de legado para administrarla en caso de que se convierta en un perfil conmemorativo o este decida eliminarlo.
En cuanto a WhatsApp, la plataforma establece que, si una cuenta no registra actividad durante cuatro meses, será eliminada automáticamente. Sin embargo, la copia de seguridad local almacenada en el dispositivo móvil permanece intacta, lo que permite la recuperación de mensajes si la cuenta se vuelve a registrar en el mismo dispositivo con la misma tarjeta SIM.
El manejo de perfiles digitales tras el fallecimiento plantea un desafío creciente para las redes sociales, que se ven obligadas a establecer políticas claras para abordar esta situación delicada en un contexto de crecimiento exponencial de usuarios en línea y proyecciones de perfiles fallecidos para finales del siglo XXI.