El exfiscal Marcelo Soza, quien en su momento lideró la investigación por el denominado caso «terrorismo», afirmó, desde su exilio en Brasil, que la investigación fue cerrada por presiones del exministro de Gobierno Arturo Murillo.
“Todos sabemos que Arturo Murillo a punta de pistola y manillas obligó a los jueces y fiscales a cerrar ese caso (hotel Las Américas). No fue por falta de pruebas, fue por favores políticos que Murillo le debía a las logias cruceñas”, señaló Soza.
Sosa se refirió al tema en momentos en el que la Fiscalía, a pedido de la CIDH, reactivó el caso de ejecuciones extrajudiciales por las muertes en el operativo de abril de 2009.
Con relación a los hechos que sucedieron la madrugada del 16 de abril de 2009, el fiscal Soza una vez más reiteró que “la escena del crimen fue montada”
“Nunca dije que el caso fue montado, esa es una invención de algunos que le mienten a la gente. Lo que dije es que el escenario del crimen fue montado, es por eso que concuerdo que se debe investigar esas muertes. Yo cuestioné eso desde un principio”, acotó.
En dicho asalto, el operativo policial acabó con la vida de Eduardo Rózsa (señalado como el líder del grupo) y de otros dos extranjeros: Árpad Magyarosy y Michael Dwyer.
Además, se detuvo a Mario Tadic y Elöd Tóásó, únicos sobrevivientes y ahora impulsores de un juicio internacional contra el Estado boliviano.
El Gobierno los acusó de montar una célula terrorista para separar el país y atentar contra autoridades bolivianas.
Marcelo Soza fue alejado del caso tras una serie de acusaciones de haber extorsionado a empresarios y otros involucrados. En la actualidad se encuentra en Brasil en calidad de refugiado, sin embargo, en 2018 fue condenado a 12 años de cárcel por extorsión