El 2019, Evo Morales, que fungía como presidente del Estado, y el entonces ministro de Hidrocarburos y Energías, José Alberto Sánchez, le mintieron al país sobre un supuesto megadescubrimiento de reservas de gas en el pozo Boyuy-X2, ubicado en el municipio de Caraparí del departamento de Tarija.
Esta afirmación fue hecha por el actual presidente ejecutivo interino de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, quien dijo que ese rótulo atribuido al supuesto descubrimiento en realidad fue una mentira que se utilizó “para ocultar el fracaso del pozo exploratorio” BoyuyX-2 en manos de la Repsol por encargo de la estatal petrolera.
Asegura que el expresidente Evo Morales lo sabía y prefirió “hacer oídos sordos” debido a que se año comenzaba la época electoral. Sánchez dio la noticia a inicios de 2019, cuando el Pozo BoyuyX-2 había alcanzado 7.862 metros de profundidad en la formación Huamampampa y fue catalogado el pozo más profundo que se perforó en Suramérica con 8.000 metros.
Dorgathen, entrevistado por radio Erbol, señala que en esa época, por desconocimiento de las autoridades, “se había perforado demasiado profundo” y cualquier proyecto por debajo de los 5.000 o 5.500 metros en Huamampampa, las facturas no son comerciales.
“Cuando se encuentra el pozo Boyuy el (ministro Sánchez) a Evo Morales le dice: ‘Hemos descubierto un pozo’. Y Evo Morales va a la inauguración pensando que era un pozo positivo. Cuando la gente de la empresa Repsol, que había operado el proyecto, le dice: ‘No presidente, no es positivo. Es un descubrimiento interesante (…) pero esto no va a producir’”, relata.
A partir de esa información, indica el presidente de YPFB, Evo Morales cambió el discurso y dice “se encontró un mar de gas. De ahí sale el mar de gas, del miedo justamente a decir se perforó un pozo y se sacó información (…)” en vez de reservas de gas.
Para Dorgathen, el Boyuy-X2 nunca debió haberse perforado ya que muchos informes de empresas internacionales recomendaron no hacerlo porque era un pozo negativo. Sin embargo, YPFB le encargó ese trabajo a la petrolera española Repsol y a la cual le pagó por un pozo negativo.
Desde su experiencia como ingeniero petrolero, sostiene que el proyecto de perforación debía realizarse en Iñiguazu, pero no se lo hace para que sea costo recuperable y cree que “ahí (hubo), otro tema muy grave de parte de las decisiones que se tomaron en esos momentos”.