Sesenta y cinco de los 69 bolivianos que estaban retenidos tras su llegada en crucero a España con visas falsificadas fueron deportados a Bolivia, tras un acuerdo mutuo entre ambos Estados.
Autoridades de España y Bolivia resaltaron este jueves la buena sintonía entre ambos países para solucionar el caso de los 69 bolivianos que llegaron a Barcelona sin visado válido, y se comprometieron a luchar contra las mafias que se aprovechan de personas vulnerables.
El representante del Gobierno español en la región de Cataluña, Carlos Prieto, se reunió con la embajadora de Bolivia, Nardi Suxo, para tratar la situación de esos ciudadanos sudamericanos, que llegaron el 3 de abril a ese puerto español en un crucero de MSC sin un visado válido, y de los que 65 fueron devueltos hoy al país.
«Los 69 conciudadanos han coincidido en que han sido muy bien tratados. Lo han dicho todos y yo se lo quiero poner en valor», expresó la embajadora a Carlos Prieto, informó el Gobierno español en un comunicado. También agradeció el trato que las fuerzas españolas de seguridad dispensaron a estos bolivianos.
El representante español correspondió con otro agradecimiento por la buena sintonía entre ambos Estados a la hora de afrontar un caso «de especial sensibilidad».
Suxo aseguró que estas personas viajaban engañadas por mafias, creían que su visado era válido para entrar en España y consideró lo sucedido como «un hecho aislado».
«Los bolivianos y bolivianas son muy respetuosos con la normativa del país en el que están», aseguró la embajadora, mientras que Prieto señaló que el Gobierno de España es muy consciente de ello y que los lazos que unen a los dos países también se refuerzan cuando hay que ocuparse de estas situaciones.
Ambos subrayaron la necesidad de hacer pedagogía en los países de origen para que no se repitan situaciones como la ocurrida en Barcelona.
Destacaron la situación de los cuatro miembros de una familia que finalmente pudieron quedarse al cumplir los requisitos: se trata de tres hermanos -dos menores de edad y una mayor con una hija de corta edad- cuyos padres residen en España, y el padre tiene nacionalidad española.
También valoraron la buena coordinación con la compañía MSC, que se ha responsabilizado de los pasajeros y de llevarlos a Bolivia, pese a que el buque tenía origen en Brasil.