Dos niñas de cinco años y un hombre de 30 años murieron ahogados en el río Colorado, luego de que el bote en el que se transportaban se volcara en medio trayecto, haciendo que más de 30 personas caigan a las caudalosas aguas.
La tragedia fluvial se registró la mañana del lunes, 10 de abril, a 25 kilómetros del distrito de Colorado, cerca de la comunidad Santa Elena, del municipio de Cocapata (Cochabamba), cuando el bote se desestabilizó en medio del agua, haciendo que más de 30 personas, entre niños y adultos, caigan al río y fueran arrastradas por varios metros.
El subalcalde del distrito Colorado, Virgilio Urquieta, dijo que el día de la tragedia dos niñas de cinco años fueron encontradas ahogadas, pero tres hombres continuaban desaparecidos. Los trabajos de búsqueda dieron resultados este miércoles, por la mañana, logrando dar con uno de los tres hombres.
«Actualmente tenemos a dos personas desaparecidas, son mayores de 60 años y de sexo masculino. Esta mañana pudimos hallar a un joven de 30 años, lo encontramos a orillas del río, a medio kilómetro de donde volcó el bote», explicó el subalcalde.
Unas 50 y 60 personas, entre bomberos rescatistas y comunarios, se encuentran trabajando a lo largo del río buscando a los dos hombres desaparecidos.
Urquieta aseguró que 32 personas estaban en la barca. Dijo que este medio de transporte tiene capacidad para transportar entre 35 y 40 pasajeros, pero los sobrevivientes de la tragedia denuncian que el bote iba repleto y con exceso de peso, cargando a más de 40 personas, animales, bultos y otros. «Hay un cruce de información, nosotros hemos sacado el detalle de que había 32 pasajeros, entre hombres, mujeres y niños; esas barcas tienen la capacidad de llevar hasta 40 personas», remarcó Urquieta.
Dijo que algunos pasajeros que ingresaban por primera vez a la zona, estaban tomando fotografías y filmando videos, algunos se paraban en el bote lo que presuntamente había provocado que se desestabilice y vuelque.
Urquieta también informó que son siete las comunidades afiliadas en el sector y desafortunadamente casi la mayoría no cuenta con accesos terrestres, por lo que el único medio de transporte es el fluvial.
«Para llegar a las comunidades Santa Elena, Nueva Ayopaya, Alto Colorado, Nueva Esperanza e Ipiri, sí o sí tiene que ser en este tipo de transporte, el fluvial», precisó Urquieta.
Una de las pasajeras relató a la página Tropical Stereo Digital que en el bote iban más de 40 personas, incluso animales, pero pese a estar lleno, en el sector de Colorado hicieron subir a más personas y presumen que eso habría provocado el accidente.
«El bote estaba repleto, pienso que deberían aprobar una ley donde diga que solo se permite que suba la cantidad necesaria a los botes, además en vez de cobrarles multas (a los choferes), deberían comprar salvavidas», reclamó la mujer.
Recuerda haber visto a una mujer tratando de salvar a su hijo, casi a punto de perder la batalla, incluso colocando a su pequeño sobre la cabeza de otros pasajeros que buscaban no ahogarse. «Veía a la gente gritar, decían: ‘Dios sálvame’. Yo no podía hacer nada porque el agua me seguía arrastrando, yo seguía nadando y a veces perdía hasta la conciencia», relata.
Dijo que, por un momento, pensó que moriría ahogada, hasta que se dejó llevar por las aguas y logró salir con vida.
Otra de las sobrevivientes reclama que las autoridades de Colorado no les brindaron el apoyo suficiente, pues no se buscó de inmediato a quienes estaban desaparecidos. También reclaman que en el centro médico de Cocapata, primero les exigían algún documento que garantice que estén registrados en el Sistema Único de Salud (SUS), pese a que les explicaban que todo lo habían perdido en el río.