Tras el descenso de las aguas del río Acre, al rededor de 1.198 familias son damnificadas, quienes dejan los albergues para retornar a sus viviendas para empezar con la limpieza y desinfección de viviendas y calles que fueron inundadas.
La alcaldesa de Cobija, Ana Lucia Reis, informó que tanto autoridades y funcionarios de distintas instituciones, también los vecinos, intensifican las tareas de limpieza de calles y viviendas, tras el descenso de las aguas.
Varias familias, al ver que el agua descendió, decidieron dejar los albergues para ponerse botas de goma y regresar a sus hogares para sacar el lodo de las casas con escobas.
Otros intentaban recuperar algunas de sus pertenencias como sillas, muebles, papeles e incluso muñecos de felpa para hacerlos secar, en medio de las calles enfangadas.