El Ejército de Corea del Norte ha disparado este domingo en torno a 90 proyectiles de artillería en dirección a la frontera marítima de Corea del Sur, la llamada Línea Límite del Norte, por tercer día consecutivo y después de que ayer se conociera que algunos de los disparos efectuados en días previos habían estado a punto de alcanzar territorio surcoreano.
Como en días previos, ha sido el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur el encargado de anunciar los disparos norcoreanos, ocurridos entre las 16.00 y las 17.10 horas (las 08.00 y las 09.10, hora en España), sin constancia de daños a militares o civiles, según el comunicado recogido por la agencia oficial de noticias surcoreana, Yonhap.
Horas antes, fuentes militares bajo condición de anonimato indicaron a la agencia de noticias que algunos de los más de 300 disparos efectuados por Corea del Norte en los últimos días se quedaron a solo siete kilómetros de distancia de la línea.
Estas mismas fuentes confirmaron que el Ejército surcoreano se está planteando muy seriamente la adopción de medidas «correspondientes» en el caso de que los proyectiles norcoreanos acaben cruzando la frontera marítima en lo que supondría una agresión directa contra territorio surcoreano.
Corea del Norte, por su parte, ha dado su propia versión de los acontecimientos de la mano de Kim Jong-un, la hermana del líder norcoreano y una de las figuras más influyentes del Gobierno de Corea del Norte, al asegurar que los disparos del sábado fueron en realidad «una operación de engaño» consistente en la detonación de explosivos que simulaban los disparos de proyectiles.
Kim añadió que esta operación estaba destinada a «dejar al descubierto las capacidades de detección del Ejército de Corea del Sur», según declaraciones publicadas por la agencia oficial de noticias norcoreana, KCNA, y que el Estado Mayor Conjunto surcoreano ha descartado como «una táctica de guerra psicológica».