La poca obediencia y el caso omiso, especialmente de los dragueros que son alertados del peligro cuando crece el nivel del río y se generan emergencias, ha provocado el malestar de las autoridades y los equipos de rescate. Observan que cuando se registran incidentes de peligro durante las épocas de lluvias y crecidas de los niveles de los ríos son ‘los mismos de siempre’ los que solicitan rescate, por lo que ahora se analiza posibles sanciones para los reincidentes.
La mayoría de los rescatados son dragueros, personas que se dedican a la extracción de áridos, todos estos son alertados con anticipación para que evacúen su zona de trabajo en las playas de los ríos; sin embargo, hacen caso omiso a las advertencias hasta que se ven atrapados por las aguas de los ríos y empiezan a solicitar apoyo para sus rescates.
Ésta es la situación que cada vez se repite, donde los grupos de rescate de la Gobernación, la Policía, los municipios y otros voluntarios se ven obligados a trasladarse hasta los ríos y pese al caudal bravo, arriesgan sus vidas para rescatar a los atrapados.
Lo irónico es que a pesar de estar en peligro y de ser rescatados con lanchas y hasta en helicópteros, luego de ser puestos a buen resguardo, hay personas que nuevamente regresan al mismo punto, cruzan las aguas un poco calmas, pero con los niveles aún elevados, sin si quiera resguardar sus vidas, denunció la secretaria de Seguridad Ciudadana de la Gobernación, Paola Weber.
«Los dragueros son las personas que mayormente son rescatados por brigadistas a fin de salvaguardar sus vidas y éstos no acaben ahogados. Los últimos días, 17 personas fueron rescatadas, los mismos que después de su rescate los vimos cruzando el río otra vez. Apelamos a la población y especialmente a los dragueros para que no estén incursionando en el río», manifestó Weber.
Señaló que los niveles del río pueden subir y bajar, pero cuando se registran lluvias el riesgo es mayor, por ello los dragueros y comunarios que viven cerca de los ríos son alertados con anticipación por el Servicio de Encauzamiento y Regulación de las Aguas del Río Piraí (Searpi) y otras unidades de a Gobernación.
«No pueden estar arriesgando así sus vidas, porque no solo se trata de las vidas de los quedan atrapados, sino también de los rescatistas. Incluso se movilizan recursos», dijo.
Esta problemática está siendo analizada por la Gobernación, pues sostendrán reuniones con diferentes municipios y dragueros, ya que éstos últimos son reincidentes, y para ello no descartan aplicarles algún tipo de sanción.
«Estamos haciendo un análisis con Searpi y otros municipios porque debe haber una sanción para que las personas no cometan este tipo de acciones. Una cosa es un accidente o un caso fortuito que una persona se quede atrapada, pero otra es que a sabiendas pongan en riesgo su vida, debemos tomar las acciones que sean necesarias», advirtió.
Hay personas que han perdido la vida por estar arriesgándose cruzando las aguas de los ríos en niveles muy elevados, sumergiéndose en pozas sin precaución o al ser arrastradas al desafiar el río.
«Hemos visto actitudes de dragueros que no le ponen importancia, cruzan los ríos nadando, hacen actividades que no corresponden ante una crecida, apelamos a la conciencia», protestó.
En lo que va del año, en el departamento cruceño 15 personas han muerto ahogadas en los ríos y algunas pozas, desafortunadamente es una cifra elevada, por eso las autoridades instan a la población ser más precavidos con la vida.