El analista político Luis Eduardo Siles afirmó que el reclamo de la gente por el aumento de precios en varios productos alimenticios de origen argentino muestra que la soberanía alimentaria, ampliamente publicitada por los gobiernos de Evo Morales y Luis Arce Catacora, «ha sido un sueño y una estafa» para el pueblo boliviano, porque está confirmado que seguimos dependiendo de otros países.
Dijo que la relación con Argentina es significativa para la vida en Bolivia y que el presidente Arce ha actuado de manera irresponsable al no asistir a la transmisión de mando de Javier Milei, quien, en su intento de sincerar la economía argentina, adoptó medidas de shock que están repercutiendo y afectando a la economía de los bolivianos.
Explicó que, en el pasado, muchos productos argentinos llegaban a precios regalados a Bolivia, y hoy están comenzando a tener un precio real, como en el caso de la harina y otros productos alimenticios, lo cual está impactando en el bolsillo de los bolivianos que viven del comercio, tanto en las ciudades como en las regiones fronterizas con Argentina.
“Durante 17 años, nos vendieron la idea de la soberanía alimentaria, y después de ese tiempo, seguimos consumiendo pan de harina argentina, en parte con harina de trigo boliviano y otras donaciones. No hay tal soberanía alimentaria porque seguimos dependiendo del extranjero”, declaró.
Manifestó que esta situación obliga al gobierno a diseñar políticas económicas ya no mediante discursos retóricos, sino con acciones concretas de acuerdo a la realidad económica que tiene el Estado.
Sostuvo que varios entendidos en materia económica piden al gobierno tomar medidas adecuadas para evitar la crisis como la argentina, dejando de gastar 1.700 millones de dólares en subvenciones a los hidrocarburos. Sin embargo, observa que el gobierno prefiere seguir «autoengañándonos con un presupuesto que no refleja la verdad, siendo que somos la economía más informal del mundo», acotó.
Indicó que el gobierno haría bien en tomar nota del impacto de las políticas del presidente Milei y en asumir acciones con realismo, en vez de recurrir a la politiquería con sentido electoral pensando en la reelección de los actuales mandatarios.