En su homilía dominical, el arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, hizo un llamado este domingo a que la Navidad se convierta en un símbolo de esperanza y reconciliación tanto en los hogares bolivianos como en el ámbito político. Instó a que, en el próximo año, los líderes políticos asuman sus responsabilidades ciudadanas sin recurrir a culpas mutuas.
Durante la ceremonia, monseñor Leigue destacó el valor de la Navidad como un momento propicio para la reflexión en familia, recordando que la presencia de Dios lleva consigo amor, paz, unidad y reconciliación. Expresó su deseo de que el año 2024 brinde la oportunidad para que las autoridades tomen conciencia de sus deberes.
El arzobispo enfatizó la importancia de dejar atrás rencores y contribuir cada uno desde su perspectiva al espíritu de «Noche de Paz y Noche de Amor». Subrayó que la paz en la familia boliviana y en la nación como un todo requiere reconciliación, y urgió a que las autoridades también adopten esta mentalidad de unidad.
Leigue señaló que, aunque se proclame la idea de ser una familia, a menudo no se tiene en cuenta a todos los miembros. Destacó que la reconciliación entre autoridades y políticos en estos días podría poner fin a la incertidumbre que experimentan los ciudadanos bolivianos.
Enfatizó que la llegada del Año Nuevo plantea nuevos desafíos para todos los bolivianos, instando a no perder la esperanza y a trabajar juntos para encontrar soluciones a los problemas que enfrenta el país. Concluyó su mensaje resaltando la necesidad de un enfoque colaborativo y reconciliador para construir un futuro más prometedor.