Mientras miles de personas evacuan de la ciudad de Jan Yunis hacia Rafah, el Ejército israelí siguió hoy con ataques y combates en Gaza, y entró de pleno en la tercera fase de su ofensiva terrestre, centrada ahora en el sur del enclave.

En el 60 día de guerra entre Israel y Hamás, las tropas israelíes continuaron su lucha contra Hamás en la que consideraron la jornada de actividad militar «más intensa» desde el inicio de su operación terrestre el 27 de octubre. Según el jefe de Estado Mayor, Herzi Halevi, esta entra ahora «en su tercera fase», y se centrará en la zona meridional de Gaza, donde hasta ahora el Ejército no irrumpió.

Las fuerzas ya penetraron hace semanas y controlan gran parte del norte de la Franja y Gaza ciudad, aunque hoy siguieron actuando con fuerza en dos lugares que considera claves como bastión de Hamás. Uno de ellos es el campo de refugiados de Yabalia, en el norte, que las tropas rodearon por la mañana, en una dinámica de combates que les llevó hasta «el corazón» del propio lugar, declaró el Ejército.

Sus soldados también combatían en medio del barrio de Shujaiya, en Gaza ciudad, donde ayer efectuaron duros bombardeos en que habrían destrozado decenas de edificios y matado a cientos de personas.

Todo ello llevó a «intensas batallas» y a choques armados con dura intensidad «en el uso de potencia de disparos de fuego desde tierra y aire», dijo Yaron Finkelman, jefe del Comando Sur del Ejército, que remarcó que desde el fin de la tregua el pasado viernes la aviación israelí realizó dos rondas de ataques severos con los que apoyaron el movimiento de los soldados de infantería sobre terreno.

Los últimos días, tanques y tropas israelíes expandieron su acción a la ciudad de Jan Yunis y el sur de Gaza, zona que era refugio de cientos de miles de desplazados internos que habían huido del norte y de Gaza ciudad tras ser evacuados en los últimos dos meses por orden israelí.

Ahora, el Ejército ordenó la evacuación de varios barrios de Jan Yunis, y se ve a miles de personas caminar o desplazarse en coche con lo que pueden a la urbe de Rafah, punto más meridional de Gaza, donde hay también bombardeos israelíes, en un contexto en que los palestinos insisten en que «no hay lugar seguro» en el enclave.

Jan Yunis, una de las principales ciudades de Gaza, es considerado otro bastión de Hamás, y según remarcó hoy el Ejército, este también actúa ya «en su corazón», y a su vez ha cercado la urbe. También es la ciudad nativa y foco de influencia de su jefe en Gaza, Yahia Sinwar, donde tiene su domicilio, así como del comandante de su brazo armado, Mohamed Deif.

Israel cree que ambos podrían estar ahí, bajo la red de túneles de Hamás, donde también sospecha que Hamás podría esconder a alrededor de 138 rehenes que siguen cautivos en Gaza y se llevaron de Israel, de los cuales se cree que 122 siguen vivos y otra quincena murió.

La existencia de cautivos que Israel aún no logró sacar de Gaza es un elemento de creciente tensión con las familias de los rehenes israelíes, que hoy se reunieron en un tenso encuentro con el primer ministro israelí. Según prensa, este aseguró que en la situación actual no puede garantizar que se suelte a todos los cautivos, lo que generó discusiones y extrema indignación entre sus parientes.

«En este momento, no hay posibilidad de traerlos a todos a casa», habría dicho Netanyahu, según medios, en una reunión donde insistió que a cambio de su liberación Hamás tenía demandas inaceptables.

Por su parte, el grupo islamista dijo hoy que no iniciará un nuevo proceso de negociación con Israel ni liberará a más rehenes si no se detienen los ataques a Gaza, donde los muertos superan los 16.000, el 70% de ellos mujeres y niños. Por su parte, Israel estima que ha matado a unos 5.000 milicianos de Hamás, entre un total calculado de 30.000 personas que forman parte de su brazo armado en la Franja.

Todo ello se produce mientras los ataques israelíes causaron hoy de nuevo varios incidentes mortales, entre ellos 45 fallecidos en un bombardeo contra varios casas en la localidad central de Deir Balah.

A su vez, más de 80 soldados israelíes han muerto desde el inicio de la ofensiva terrestre israelí dentro de Gaza.