La Iglesia Católica pidió este domingo emprender cuanto antes un nuevo rumbo que preserve la integridad de la madre tierra y promueva una convivencia fraterna, solidaria y en paz, cimentada sobre la libertad, la verdad y la paz, ante los cambios climáticos que afectan a la población.
El arzobispo Emérito de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, dijo que estos días todos somos testigos de las heridas causadas a la madre tierra, por el uso irracional de herbicidas en la agricultura, por la contaminación del agua en la minería y por las talas de bosques e incendios
Indicó que todos, en especial ancianos, enfermos y niños, sufren las consecuencias de la humareda, la contaminación atmosférica y la sequía provocada por nuestra responsabilidad.
Gualberti sostuvo que datos recientes publicados en la prensa, presentan a Bolivia en el tercer lugar en el mundo con mayor cantidad de pérdida de zonas forestales primarias. Santa Cruz se calienta un 83% más que el resto del planeta y por eso la gente sufre tanto estos días, comentó.
“Detrás de este drama está la angurria de ganancias a como dé lugar de parte de sectores prepotentes y violentos que avasallan tierras indígenas, reservas y parques naturales nacionales, provocando conflictos ante la permisividad de autoridades interesadas más por afanes partidistas y electoralistas que por resguardar el valioso y frágil patrimonio común de todos los bolivianos”, afirmó en su homilía.
Exhortó a los católicos a pedir perdón al Señor por estos daños a la madre tierra y que conceda a todos sabiduría para que juntos, autoridades y ciudadanos emprendamos nuevas acciones para conservar la integridad de la madre tierra.