«Buenos días, os saludo a todos y os doy la bienvenida. Gracias por esta visita que tanto me gusta, pero sucede que no estoy bien de salud y por eso prefiero no leer el discurso sino dárselos y que ustedes lo lleven», dijo el papa Francisco con voz cansada y algo ronca.
En el pasado, el papa, que ha estado enfrentando problemas de salud, ya ha evitado la lectura de discursos para preservar su fuerza.
El Vaticano no ha informado sobre el estado de salud de Francisco, de 86 años, que parecía tener dificultad para respirar, pero mantuvo las numerosas audiencias que tenía por la mañana.
El papa «está un poco resfriado», pero sus «actividades continúan regularmente», aseguró poco después el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni. Según explicó Bruni a los medios, el pontífice «tenía el deseo de saludar individualmente a los rabinos europeos y así les entregó por escrito su discurso. El resto de sus actividades continúan regularmente».
Además de mantener las numerosas audiencias que tenía por la mañana, como la del presidente de Cataluña, Pere Aragonès, también se anunció que sigue prevista la celebración del encuentro con cerca 7.000 niños del todo el mundo de esta tarde en el aula Pablo VI del Vaticano.