Pamela (nombre cambiado) tiene 15 años. La adolescente fue agredida sexualmente por su tío político, Rafael Ángel T.G. (36), quien ya se encuentra detenido preventivamente, por un periodo de cuatro meses, en el penal de San Antonio de Cochabamba.
Pamela depositó su confianza en su tía. Le hizo conocer que su tío, esposo de la confidente, abusó de ella en reiteradas oportunidades. La tía buscó ayuda en la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA) y, luego de las investigaciones preliminares respectivas, se ejecutó la orden de aprehensión del sindicado.
Al igual que Pamela muchas menores de edad sufren violencia sexual. Según los datos estadísticos del Ministerio Público, Bolivia atendió 2.151 denuncias por violación de infante, niño, niña o adolescente entre el 1 de enero y el 15 de octubre de 2023. Esa cifra revela que cada día al menos siete niños o adolescentes son víctimas de violencia sexual.
Las demandas han bajado en relación a la gestión pasada, cuando la misma institución registró 2.207 denuncias por violación de infante, niño, niña o adolescente entre el 1 de enero y el 16 de octubre. Este año, se registraron 56 denuncias menos, en el mismo periodo.
Por los datos socializados este año, se conoce que Santa Cruz registra el mayor índice con 690 denuncias. Le sigue Cochabamba con 386, La Paz con 382, Beni con 194, Chuquisaca con 149, Potosí con 127, Tarija con 121, Oruro con 61 y Pando con 41.
PENA
El delito de violación de infante, niña, niño o adolescente se da cuando “una persona de uno u otro sexo realiza actos sexuales que importen acceso carnal, mediante la penetración del miembro viril o de cualquier otra parte del cuerpo, o de un objeto cualquiera, por vía vaginal, anal u oral, con fines libidinosos a un menor de 14 años, así no haya uso de la fuerza o intimidación y se alegue consentimiento, conducta delictiva que tendrá una sanción de 20 a 25 años de privación de libertad. En caso de presentarse agravantes la sanción es de 30 años”.