“El país ha vivido dos décadas de ilusiones traicionadas”. Así el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada se pronunció a 20 años de “Octubre Negro”, mediante una carta donde critica a los gobiernos que lo sucedieron en la administración estatal, porque considera que alimentaron la división y despilfarraron los recursos.
“Los gobiernos que me sucedieron cosecharon los frutos de las inversiones y acuerdos comerciales que, en paz y en democracia y con mucho esfuerzo construimos entre todos”, dice la carta de Goni.
“El país gozó de la mayor bonanza exportadora de su historia, pero los nuevos gobernantes siguieron alimentando la división, despilfarraron nuestros recursos y desperdiciaron la ocasión que tuvo Bolivia en este tiempo”, agrega el texto.
Sánchez de Lozada, ahora de 93 años de edad, renunció el 17 de octubre de 2003, tras una represión que dejó decenas de fallecidos en El Alto.
En su carta, sostuvo que en 2003 decidió dejar su cargo a disposición, porque sus adversarios políticos estaban dispuestos a seguir provocando la muerte de civiles inocentes.
Manifestó que al renunciar, si bien presentía días difíciles para Bolivia, también quería creer en que al volver la calma se abrirían las puertas del entendimiento.
Según Goni, pensaba que se cumplirían las promesas de quienes habían provocado la crisis social y política, pero no fue así.
A pesar de ello, Sánchez de Lozada manifestó que sigue creyendo en el potencial de Bolivia y de su gente.
Señaló para alcanzar el potencial, se debe evitar que “las divisiones del pasado dicten nuestro futuro y lograr que la colaboración y el entendimiento guíen nuestras decisiones”.
Recordó que ha presentado su propuesta de nueva Constitución, la cual plantea instalar un sistema parlamentario.
Goni sostuvo que siente compromiso por Bolivia y expresó la esperanza de volver a caminar en su patria.
“Sé que todos volveremos a caminar por calles y campos, con renovadas esperanzas y como ciudadanos libres en nuestra propia patria”, finaliza su carta.
Sánchez de Lozada recientemente aceptó pagar una indemnización a familias de víctimas de 2003, que lo habían demandado en Estados Unidos. El monto del acuerdo no fue revelado oficialmente y, asimismo, el convenio establece que Goni no reconoce la culpa de estos hechos.