El gerente del complejo portuario Puerto Jennefer (Bolivia), Bismark Rosales, señaló este miércoles que en Argentina no se suspendió el cobro de peaje en la hidrovía Paraguay – Paraná, pese a que el Gobierno de ese país se comprometió a levantar la medida hasta tanto se logre presentar a las altas autoridades una propuesta integral de mejoramiento de todo el sistema de la hidrovía.
“El cobro continúa. Las medidas de retención de las barcazas que no hayan efectuado el pago, eso sí es lo que se ha suspendido, pero no es así el cobro. Hay un lapso de 60 días en el cual esperamos se pueda llegar a un acuerdo de los cinco países miembros”, sostuvo el ejecutivo en entrevista con Canal Rural.
Según el acuerdo, los cinco países miembros que tienen acceso a la hidrovía (Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia) deben tener el mismo trato para las embarcaciones que portan sus respectivas banderas; sin embargo, Rosales advirtió que para las barcazas argentinas el cobro es de 1,47 pesos argentinos y para el resto es de $us 1,47.
Además de ser un cobro que altera el acuerdo, el gerente del complejo portuario señaló que en esta situación el país más afectado es Bolivia, ya que también Brasil proyecta impulsar el dragado en su zona de competencia y eso también puede desencadenar en un nuevo peaje, mismo camino que puede seguir Paraguay.
“Si tenemos tres peajes, realmente eso nos saca de competición en algunas cargas de nuestra oferta exportable”, expresó Rosales al acotar que Bolivia no es competitiva como debería en los mercados internacionales, no por un problema de producción, costos, calidad o tecnología, sino por la logística terrestre que debe salir a los puertos vecinos para llegar a otros continentes.
Por la hidrovía Paraguay – Paraná se mueven cerca de 2,1 millones de toneladas de carga boliviana (de importación y exportación) y esta es la vía natural por cercanía, costos y destino para llegar al océano Atlántico.
Y si al problema de los peajes se suman otras problemáticas como los dragados o la navegabilidad se tendrían que buscar alternativas que serían perjudiciales para las exportaciones bolivianas.
En semanas pasadas, se llegó a un acuerdo para convocar a una reunión de alto nivel, para que este instruya al Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraguay- Paraná, a presentar sus propuestas de solución integral en un plazo de 60 a 90 días.
De los principales productos Bolivia mueve por la hidrovía son: harina de soya, aceite de soya, urea y minerales, que los cuales representan un alto porcentaje en el movimiento económico del país y cualquier ‘castigo’ implicará la reducción de entrada de divisas.
“La hidrovía es una arteria económica muy importante para alimentar a la salud de la economía boliviana”, concluyó Rosales, al agregar que en Bolivia también se requiere el mantenimiento del canal Tamengo, por lo que apunta a una labor conjunta con el sector público para que la situación pase a mayores.