Un par de errores impidieron que el equipo boliviano accediera al título en el torneo Mundial de Robótica que se desarrolló en Singapur con la participación de 191 naciones. No obstante, el talento, destreza y dedicación de sus integrantes fueron determinantes para que escalen al tercer peldaño del podio, superando la producción de la gestión pasada en Ginebra, Suiza, en donde otro grupo de estudiantes compatriotas alcanzó el cuarto peldaño en el contexto universal.
Luz Lizeth Quino, Karen Orellana, Camila Malverde, Rudier Herbas y Royer Escalera fueron los artífices de la hazaña, supervisados por Víctor Hugo Fernández, Rusberth Caero y Gerardo Asillini, quienes oficiaron de tutores de los perspicaces estudiantes.
Luz Lizeth Quino, Karen Orellana, Camila Malverde, Rudier Herbas y Royer Escalera fueron los artífices de la hazaña, supervisados por Víctor Hugo Fernández, Rusberth Caero y Gerardo Asillini, quienes oficiaron de tutores de los perspicaces estudiantes.
Víctor Hugo Fernández, uno de los tres tutores del cuadro boliviano, explicó que el robot tiene la característica de recoger la mayor cantidad de pelotitas y depositarlas en una canasta.
“El equipo que recolecta más esféricos gana el torneo”, remarcó.
En tono eufórico, la cochabambina Camila Malverde exclamó señalando que habían materializado un sueño.
“¡Lo hicimos! Prometimos a nuestro país subir al podio y cumplimos”, señaló.
La estudiante oriunda de Aiquile advirtió que empezaron desde abajo con aliados que no los ayudaban casi nada.
“La tensión era grande, pero nos mantuvimos dentro de los 32 o 10 primeros puestos hasta conquistar el tercer lugar”, sostuvo.
Malverde calificó la competición internacional como exigente y que, pese a un par de imponderables, pudieron seguir avanzando hasta llegar a ocupar un sitio en el podio.