Cerca de medio millón de familias de siete departamentos de Bolivia sufre los efectos de la sequía; en el sudoeste potosino, los animales mueren por la falta de forraje y de sed, y sube el número de ciudades que recibe agua de carros cisterna por el racionamiento.
El secretario de Medio Ambiente de Potosí, Gustavo Vega, explicó que se encuentran en una etapa crítica porque las lagunillas y reservorios se secan y este mes no se avizora lluvia en ese departamento.
En el municipio potosino de Nor Lípez, decenas de llamas murieron y otras agonizan por la falta de agua; allí los comunarios pidieron declarar la región sudoeste potosino como zona de desastre.
Desde el Gobierno central, confirmaron siete departamentos afectados por sequía; 487.014 familias damnificadas, 105 municipios en declaratoria de emergencia y 2.966 comunidades golpeadas por la crisis hídrica.
Oruro promulgó la declaratoria de desastre departamental; un total de 29 municipios están afectados por la sequía y 25 cuentan con declaratoria de emergencia; 34 mil familias se encuentran damnificadas, 745 comunidades están afectadas y gran cantidad ganado camélido y vacuno está en riesgo por falta de agua. En el municipio El Puente, en el departamento de Tarija, falta agua para el consumo y las autoridades distribuyen el líquido en carros cisterna.
La falta de lluvia obliga a las autoridades municipales a trasladar agua para 42 de 63 comunidades de la zona alta, tanto para el consumo humano como para los animales.
La situación es similar en algunos municipios de Chuquisaca y en Samaipata, una de las regiones más golpeadas de Santa Cruz donde también se lleva adelante la distribución de agua mediante carros cisternas.
En Oruro y Potosí desestimaron la lluvia para este y en el ámbito nacional prevén que abril y mayo de del próximo año sean los más críticos.
Los expertos Óscar Paz Prada y Edson Ramírez aclararon que la sequía se agravará con el ingreso de fenómeno de El Niño y podría prolongarse hasta 2024.