El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo rechazó la descertificación del gobierno de Estados Unidos a Bolivia sobre la lucha al narcotráfico, porque carece de sustento técnico y observa una intencionalidad claramente geopolítica que contraviene los tratados internacionales, en cuanto al respeto de la soberanía y la integridad territorial y el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados.
Sostuvo que esta es la decimosexta vez consecutiva que EEUU descalifica a Bolivia desde la expulsión de la DEA y USAID. Considera que EEUU no es el país más indicado para descertificar y reconoce a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de las Naciones Unidas como el único organismo certificado para la evaluación de las políticas antidroga, por lo que expresa su voluntad de trabajar con todos los países del mundo, siempre respetando la soberanía de cada país.
Cree que EEUU, en vez de atribuirse competencias que no le corresponden, debería tomar conciencia de lo que ocurre dentro su territorio en cuanto al consumo desmedido de drogas ilícitas que ocasiona un incremento descontrolado de la demanda internacional.
Destaca que el último informe de los mismos Estados Unidos señala que el cultivo de coca en Bolivia se mantuvo estable y solo representa el 8% de toda la coca que se produce en la región andina, por lo cual resulta contradictorio que certifique la política de unos países que incrementaron sus cultivos de manera significativa y descertifique a nuestro país, indicó.
La autoridad manifestó que EEUU es uno de los países con índices más altos de consumo de drogas ilícitas en el mundo, alrededor de 39 millones de personas consumen algún tipo de droga y manifestó su preocupación por la situación vulnerable que vive el pueblo estadounidense con el consumo de drogas como el fentanilo y otras.
Aseguró que Bolivia, estos últimos años, ha roto récords en incautaciones, destrucción de laboratorios y fábricas y pistas clandestinas, e incluso recibió felicitaciones de organismos internacionales como la Unión Europea y otros países de la región por su compromiso en la lucha contra el narcotráfico y sus resultados.