Los sectores movilizados en Buena Vista mantienen su estado de emergencia y han confirmado que este lunes pretenden retomar el bloqueo para impedir el tránsito en la ruta nueva que une a Santa Cruz con Cochabamba, que ya ha dejado millonarias pérdidas a varios sectores de la economía.
En tanto, no hay ningún pronunciamiento oficial sobre la hora y fecha de la reinstalación del diálogo de parte del Gobierno y la Gobernación de Santa Cruz, que han mantenido posturas sobre la construcción de la carretera Santa Cruz- Las Cruces- Buena Vista.
La pausa que definió el Comité pro Camino a la medida de presión es hasta este lunes. No obstante, hay voces que piden que se radicalice la medida de presión.
La preservación de los acuíferos que dotan de agua a Santa Cruz de la Sierra y a otros municipios de la región metropolitana están en mesa.
La Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) confirmó que mantiene el trazo de la ruta que de forma preliminar pasa por esta reserva, lo que ha generado molestia en la Gobernación cruceña, que dio por cerrado el diálogo.
En medio del cruce de posturas, se han puesto “condiciones” para volver a la mesa de negociaciones.
Con el diálogo roto, el ministro de Planificación, Sergio Cusicanqui, puso en mesa su predisposición de hallar una solución, pero pidió un “diálogo sin condiciones”.
En contrapartida, el secretario de Desarrollo Económico de la Gobernación de Santa Cruz, Édgar Landívar, informó que la entidad envió una carta a Cusicanqui para retomar las negociaciones, pero con algunas condiciones.
El gobierno departamental pide la participación de los colegios de profesionales de Santa Cruz, de personeros del Ministerio de Medio Ambiente y del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) que administra el Parque Amboró.
Pero no es todo. Otra de las condiciones del gobierno departamental es que las mesas técnicas se instalen solo en Santa Cruz. Hasta antes de la ruptura del diálogo, se habían sostenido reuniones en La Paz.
Los productores, exportadores y empresarios están preocupados por la demora en la solución del conflicto, que ya dejado millonarias pérdidas a la cadena productiva y del comercio exterior.