El caso de Sebastián Marset, un uruguayo con sello rojo de Interpol y buscado en diferentes países que vivía y se ‘campeaba’ cómodamente en Bolivia, trae al tapete la pregunta sobre si el país se ha convertido en un lugar atractivo para que este tipo de delincuentes, no solo vinculados al narcotráfico, sino a otros ilícitos, consideren al Estado boliviano como un sitio atractivo para delinquir y lavar activos.
Ante ello, elviceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, manifestó que en el territorio nacional no existen carteles, pero que “en algún momento de nuestro paraje” se brindaron “facilidades para el lavado de activos” y que “eso es lo que estamos ahora mismo desmembrando en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra”.
“En principio, yo debo decirle que en algunas regiones del país, en este caso inclusive Santa Cruz, se abrían a las facilidades a organizaciones criminales introduciéndolas en círculos sociales, permitiendo que se efectúen actividades comerciales, empresariales, las cuales indudablemente le brindan cierta certeza a la delincuencia”, dijo la autoridad.
La autoridad aseguró que “no existen en Bolivia carteles”, que son formas específicas de excepciones criminales en el ámbito del tráfico ilícito y que tiene tres áreas bien identificadas que son: la producción, la distribución y el lavado del dinero obtenido por esta actividad ilegal.
Pero no solo se habla de narcotráfico, puesto que de acuerdo con datos publicados en medios de prensa hay seis mil autos robados en Chile que funcionan con gasolina subvencionada en Bolivia. Además, ahora se investiga una supuesta mafia pakistaní que estaría ligada a corrupción pública y defraudación al Estado.
Al respecto, y en el caso puntual del caso de ganancias ilícitas por la licitación de las “ambulancias fantasmas” que tiene al gobernador potosino Jhonny Mamani como el principal sindicado, el viceministro señaló que, para evitar situaciones similares, se debe mejorar las inspecciones aduaneras y la verificación de documentos pues “hay un sistema de valoración que permite, a través de los canales rojo, amarillo y verde, establecer la calidad y la cantidad del precio”.
Entonces, “¿qué es lo que tenemos que hacer? Es la pregunta: generar colaboración internacional”.
“El Gobierno boliviano ha sostenido reuniones en el caso del combate al contrabando de vehículos y de reacciones criminales con la frontera con Chile, que es el lugar donde mayor incidencia existe, a través de las cuales se ha generado la posibilidad de un intercambio de información en línea. ¿Para qué? Bueno, la información en línea va a permitir que quien está interesado en la compra de un vehículo pueda verificar que no es robado o por lo menos declarado como robado en el país vecino”, añadió.